Nuestros viajes siempre trataban de gente, de conocer la gente del mundo, sus costumbres, lo que les hace felices o entristece, su día a día, sus pasatiempos, sus sueños etc. De conocer la gente y enseñar a las personas de otros países, sobre todo del mundo llamado Occidente que las personas buenas están en todas partes y que son la mayoría.
Este objetivo no ha cambiado y sigue siendo nuestra misión en la vuelta al mundo. Siempre donde es posible utilizamos couchsurfing como modo de alojarnos e interactuamos lo más posible con la gente en la calle. Gracias a eso hemos conocido a muchas personas con un gran corazón, que nos ayudaron en variedad de situaciones y también conocimos personas extraordinarias. Decidimos dedicarles una serie de artículos, uno para cada perla que se nos cruza el camino, siendo éste el primero de la serie “Biografías”.
Os presentamos a Khalid de Midelt. Le conocimos a través de su amigo Tarek. A Tarek contactamos por Couchsurfing pero se iba de vacaciones en las fechas indicadas por nosotros, así que nos puso en contacto con Khalid. Nuestro protagonista también tiene perfil en la página pero no lo usa ya que aloja la gente de todas maneras, sin necesidad que estén registrados en ninguna página web.
Khalid tiene 31 años. Nació en Midelt como el último de 10 hermanos. Hace tiempo se había ido a Casablanca, donde trabajó como el ayudante del veterinario. Doce años después decidió volver a casa de su familia. Su padre, ya bastante mayor, padece de diabetes a causa de ello perdió una pierna y se está quedando sin vista. Vive con su mujer en una casa grande, ideal cuando estas criando a una decena de hijos. Lamentablemente todos sus hijos volaron de la casa para empezar nuevas vidas en diferentes partes de Marruecos. Se quedó vacía. ¨No es lógico¨ nos dijo Khalid. Por eso decidió regresar a pesar de no tener trabajo en su ciudad natal. Hace un año también volvió su hermano con su mujer y un hijo. Hoy por hoy la casa tiene mucha vida.
Hoy en día colabora con la Asociación Turística Tonwate que trae grupos de turistas desde Europa para enseñarles las cercanías y también les llevan al desierto de Merzouga.
Pero Khalid no lo hace tanto por dinero como por el amor a conocer la gente de fuera y el orgullo de poder enseñarles las maravillas de su región y cultura Amazigh. Antes de llegar nos escribía todos los días para preguntar si estábamos bien. Estaba bastante decepcionado cuando le dijimos que nos quedábamos solo dos noches. Al conocerle entendimos por qué.
Nos dio a bienvenida con una gran sonrisa en el rostro y automáticamente nos empezó a contar sobre las maravillas que podíamos encontrar allí. Después de llevarnos a casa, darnos de cenar y dejarnos descansar nos llevó de nuevo al centro para enseñarnos la ciudad y tomar unas cervezas.
Para el día siguiente ya tenía todo el plan muy bien preparado. Arrancamos sin prisa hasta el primer punto – El Gorge de Brom y el Kasbah que queda al lado. De allí nos llevó a ver otra garganta, la de Jaffar parando por el camino para ver las jaimas nómadas Bereberes y hablar con ellos. A parte nos llenó de información e historias sobre la vida nómada y cultura Amazigh. Volvimos a casa al mediodía para comer, Khalid quería seguir justo después para ver otra parte pero estuvimos rendidos y necesitábamos una horita de reposo. En fin a la segunda parte solo asistí yo, Koldo se quedó descansado. Esta vez nos fuimos en dirección opuesta para ver la zona minera, donde hace tiempo excavaban para extraer azabache. Y si fuera poco, tras volver a casa y merendar todavía me llevó a tomar un café y una cuantas cervezas.
En resumidas cuentas: Khalid es un ser feliz y apasionado. Tiene un gran don de gente – solo basta que ver cuantas personas le saludan afectuosamente al pasar – y la sonrisa que contagia. Un guía innato. Una ¨llama que brilla con una luz tenue y explota en un baile de fuegos artificiales¨ cuando puede hacerle a alguien descubrir algo de su mundo.
https://youtu.be/3B0ycB59Vkc
Biografías #1: Khalid