Los Alpes en moto (Crónica de Viaje) -Riding-

Hay rutas para visitar sitios, rutas para conocer gente, rutas para degustar comidas, rutas para compartir compañía... Hay todo tipo de rutas para disfrutar los distintos placeres, esta siguiente ruta era La Ruta. No es la más larga que yo haya hecho, no es la más complicada, no es la que me ha mostrado los lugares más increíbles. Sin embargo, los Alpes no dejan indiferente a nadie, a mi desde luego no, y estoy seguro que a nadie que los visite en moto pueda dejarle menos que, extasiado.

1 de Agosto (Bilbao - Grenoble)

El primer día amanece entre el cansancio y la excitación de no haber dormido casi nada por la emoción del viaje, suena el despertador dos horas después de que conciliase el sueño.

Salto a mi traje de cordura, vestimenta versátil para un terreno cambiante, y me encamino a Bidart, donde me tengo que encontrar con Mano, mi compañero Burgalés de viajes. El cuerpo y la moto piden guerra, la autopista a Donostia, la única interesante que conozco para ir en moto, me lo permite... GAAAASSS!

Pero, tras reunirnos y seguir sin demora hacia el destino con una temperatura agradable de 20º, vamos pasando los kms, pasamos majestuosos a nuestra derecha los pirineos, esta vez no vais a poder ser, pero ya os volveremos a pillar algún día, probablemente en un siguiente viaje, esta vez nos mediremos con vuestros primos, Los Alpes.

Las horas pasan, la temperatura aumenta, los 30º me están agobiando y recuerdo con añoro la autopista a Donostia, “¿dónde se han dejado las curvas estos franceses? ¡Joder, que me voy a matar en una de estas rectas! Y otro lerdo por el carril izquierdo... y yo con este calor y sin poder acelerar. ¡¡¡Dios que esto se acabe!!!” En definitiva, las autopistas no son para mi y el que las inventó era un desgraciado... que muerte.

La única foto que nos ha dado tiempo a sacar ha sido en la única parada para repostar estómagos.
no me estoy poniendo fofito, es que la camiseta es ancha y soplaba viento. :P


Llegamos a Grenoble a las 19:00 de la tarde, unas 12 horas de moto y, yo me pregunto, ¿cómo se puede tardar 12 horas en hacer 965 kms de nada si se puede circular mínimo a 130? Porque los franceses tienen la curiosa costumbre de adelantar sin acelerar, asi que hemos estado mas tiempo entre 90 y 110 kms hora en el carril de la izquierda que a 130... Nota mental: para el siguiente viaje voy yo delante que va a esperar la caravana Rita Powel.

En Grenoble nos espera una familia que nos va a dar cobijo la primera noche de ruta, una pareja joven con una peque de dos años, con la que además de darnos una estupenda cena vegetariana nos muestra un sinfín de cosas para grandes rutas y nos vemos inmersos en una muy interesante charla postcena. Una singular pareja que se caracteriza y son conocidos por darse la vuelta al mundo en tandem (os dejo su página para los amantes de las aventuras y las bicis). Estos serán los primeros couchsurfers que nos asistan en este viaje.


2 de Agosto (Grenoble – Séez)

El segundo día no tenemos destino fijo, porque tampoco sabíamos el tiempo que nos iba a hacer ni el tiempo que nos llevaría hacer alguna de las rutas que habíamos pensado, al final nos decantamos por la siguiente aprovechando que dan buen tiempo y que quedan muchos puertos que aparecen recomendados en foros en esa zona de Francia.

La Ruta del Día:


Salimos por una nacional que nos acerca hasta el mítico puerto del tour y que tantas veces habiamos oído al amigo Eltron, Asturiano de nacimiento y cabezón por naturaleza, de que había que subir el Alpe-d´Huez, los subimos cuales diablos de la época, y para calentar las ruedas pudo venirnos bien, pero bueno que no fue ni pa tanto ni pa nada... para mí que es algo más que tenemos en mente por lo mítico del tour que por el interés motorístico o paisaístico que pueda tener.





Bueno, no pasa nada, todo no podía ser bonito, tiremos para el segundo, rumbo al Galiber, primero hay que pasar el Col del Lautaret que tiene unas vistas preciosas y nos va subiendo para dejarnos enfilado y una subida final intensa al Col du Galiber. El primero, el Lautaret es un continuo enlace de curvas a uno y otro lado, rápidas, pero mejor si no le damos gas a fondo con mucha soltura, porque hay en el asfalto unas culebrillas negras de brea seca que patinan como desgraciadas y es algo que luego comprobaríamos que pasa en muchos puertos de los Alpes. Llegamos al Galiber sobre las 11:30, deben haber salido todos los moteros ahora o puede que sea porque, al parecer, es una meca motera dentro de la zona, el mítico Galiber, intenso, precioso, pero mi cuerpo y mis ojos quieren más.


subida del Col du Galiber
Bajamos a través del Col du Telegraphe, en el sentido contrario, también tenía que haber sido bonito este puerto, lo dejamos para una siguiente ocasión; y en St-Michel-de-Maurienne giramos a la izquierda, todavía nos quedan ahí cerquita dos subidas preciosas, bonitas en todos los sentidos y para todos ellos. Los paisajes del día soleado en el que hemos amanecido son impresionantes, los 27ºC que nos acompañan y que van ascendiendo también... 
El Col de la Croix de Fer excita y el del Glandon no es para menos. Además ahí, se nos acerca un tipo sonriente y nos empieza a hablar un tipo que tenían montado un chiringuito de información, nos explica cosas sobre la zona, que al fondo se vé el Mont Blanc, etc, nos da folletos con información para motoristas sobre Francia, nos explica las ventajas de un chaleco reflectante con airbag que cuesta unos 500 pavos. Otro que andaba por allí que sabe algo de español nos dice que ha hecho una página web sobre Ibiza en francés y castellano y nos cuenta mas historietas. Menos mal que no nos dio por hablar de velocidades cuando nos preguntaron por el viaje... eran de la gendarmerie en un puesto de servicio de información!!!! si llegan a preguntar nos detienen, fijo. ;) La verdad es que eran de puta madre, nos desean suerte y nos dicen que bajemos con cuidado.

Ya son las 16:00 y todavía queremos hacer un puerto más antes de dar por finalizada la ruta, hace demasiado buen día para desaprovecharlo. Hay que tener en cuenta que nunca se sabe lo que te deparan los Alpes. Cogemos carretera hacia Modane y de ahí la D902, al Col D´Iseran. Esquisito, soberbio, inmenso, increíble. No sé, podría poner todos los adjetivos y epítetos que se me ocurriese, pero me lo pasé subiendo este puerto que ni un gato con un ovillo de lana. La subida ha sido vertiginosa al principio, pero para qué mentiros, no se puede subir del tirón a todo gas sin paradas... los paisajes te dejan anonadado y no te dan los ojos para verlo y mirar la salida de la curva. Así que mejor parar y disfrutar.






El Col d´Iseran quedará para siempre en mi corazón y estoy seguro de que volveré. La bajada también es bonita, lo tiene todo... y al final de éste sobre las 18:30 llegamos a Séez. No sabíamos ni que existiese ese pueblo, pero nada más llegar, en el mismo cruce donde girando a la derecha indicaba el siguiente puerto, encontramos un hotel que pone “aparcamiento gratis para motoristas”, ni que decir tiene que entramos a preguntar el precio: 66 euros una habitación con dos camas. No nos hace falta más. Bueno unas cervezas y algo para cenar... y vaya cervezas más geniales encontramos que con dos estaba ciego!!!



3 de Agosto (Séez – Interlaken)
Nos levantamos pronto, queremos aprovechar otro precioso día Alpino. Ni desayunamos de la emoción, cogemos las motos y nada más salir del garaje ya estamos cogiendo tornantes a izquierda y derecha subiendo el Col du Petit San-Bernard. Arriba unos 10 grados, vemos que nos entra la niebla, vaya quizás se nos fastidie la mañana... ver que en la cima habían puesto un orfanato nos da muy mala vibra, algo nos dice que el día va a ser largo y oscuro. Nos sumimos en la niebla y en la penumbra. Tras el petit, el Grand St-Bernard. Otro bonito puerto en el que empieza...

Llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve.... Parece que sea gratis.

Todo el mundo está en la carretera para entorpecernos y mi casco le ha dado por dejar pasar el agua hasta la cocina. Madre mía que día más largo me espera. Al llegar a Brig, aproximadamente, nos deja de llover, sin embargo la niebla persiste. Encaramos el Grimselpass, se intuye precioso, la carretera está empapada pero el asfalto es perfecto. No puedo refrenar mi ansia por hacer un ascenso como se merece la ocasión. No hay tregua. Arriba hay 6 grados, acaba de caer la madre de las granizadas y patina que es un primor, corto gas, dos fotos rápidas y para abajo que ni hemos comido, es tardísimo y estamos empapados y helados.




Por fin calorcito... Estos espaguetis entran como no ha habido otros.

Tras eso llegamos a Interlaken, allí nos espera Sybille, otra couchsurfer que nos dará cobijo una noche, antes de otra etapa por los Alpes. Nos encontramos con ella en la pista de aterrizaje para parapentes en el centro de la ciudad. Todavía está volando y nos toca esperar. Cuando llega, nos presentamos, nos dice donde encontrar la casa y las llaves y que ella llegará más tarde, aun le quedan algunos vuelos por hacer. Aparcamos las motos de cualquier manera cerca de la casa de ella, y resulta que salvo en el centro lo de aparcar vehículos privados no es tan fácil en esa ciudad. Una confortable ducha, unas pizzas con sus amigos y una cómoda cama cierran el día.



4 de Agosto (Interlaken – Interlaken)



Ver Alpes y Pirineos en un mapa más grande
Realmente la idea no era volver a Interlaken, pero bueno, eso ya lo iré contando. No nos fiabamos del tiempo, visto como había salido el día anterior. Así que la idea era acercarnos a Grindelwald a ver la Junfrau y sacar algunas fotos y, después, hacer los puertos cerca del Grimselpass.




El tiempo nos permite sacar las fotos, “bueno -pienso- al menos hoy tengo alguna foto para la crónica, no será tan triste” y salimos por la carretera del día anterior hacia el primer puerto.

El Susstenpass, hay algo de niebla, pero la carretera está bien y no llueve, las vistas son preciosas, la subida increíble. Desayunamos en la cima y...









encaramos el segundo puerto: El Furkapass. Sres y Sras, no os dejéis el Furka si pasáis por esta zona: IM-Presionante.

 Los paisajes, la carretera. ¡Ostia! ¡¡¡¡Si ese tiene que ser el puerto que hicimos ayer!!!! porque me he adelantado y ya no podemos hablarlo y comentárselo a Mano, pero yo me hubiera subido y bajado el Grimsel, os dejo una foto hecha desde el Furka.


Tras el Furka Mano no sé cuanto atrás estará, sigo hacia el Nufenenpass, allí volveré a esperarle. Otro puerto chulo. ¿Hay algo en esta zona que no mole? Seguro que no... a por el mítico St Gotthard!!!

Llevamos un rato de subida ¡pero que mierda es esto! ¿y esto es el mítico San Gottardo de los cuyons?... Salimos de un túnel miramos a la derecha y...



… y tú donde coño estabas que no te hemos visto antes, alma candida?????

Pues nada, fácil remedio tiene, que sin el mítico San Gottardo no me voy a casa, un puerto empedrado de principio a fin. Único sin lugar a duda. Nada, lo bajamos por el empedrado, por donde teníamos que haberlo subido y... lo volvemos a subir. Ya me siento realizado y los deberes del día hechos. Vámonos a comer a algún lado y luego a Berna que Sylbille nos ha recomendado que lo visitemos. Pasado Beckenried nos paramos a comer frente al lago... miro el móvil y un sms: “You´ve forgotten the shoes, are you coming looking for them or I´ll send you.” Mano dice que hay que volver que no tiene otras así que volvemos a Interlaken. Ella está aterrizando justo cuando llegamos, nos ve cansados y nos invita a quedarnos una noche más, cogemos las llaves, una ducha, unas cervezas, un paseo y nos vamos al lago de barbacoa nocturna con sus amigos.



5 de Agosto (Interlaken – Chamonix)

Es otro de esos días en los que el final de etapa es en un sitio distinto al que primeramente habíamos planeado. Las previsiones meteorológicas eran de lluvia en el este (digamos que en el Passo di Stelvio) y se acerca por Francia la madre de las borrascas.


Bueno, decidimos ver Berna hoy ya que el día anterior finalmente no pudimos y Luzerna que a mi me hacía ilusión. Y de ahí tirar, si el tiempo nos lo permite hacía Liechtenstein que molaría visitar porque es un país diminuto y, ya de ahí, buscar sitio donde dormir antes de coronar el Stelvio. Pero, como digo, es lo bueno de no tener nada cerrado, durante el día nos va cambiando el plan.

Primero, cogemos autopista a Berna, es una ciudad bonita, de piedra verde pero, pese a que tiene algunos edificios curiosos, no nos parece nada espectacular. Solo vimos el centro, así que puede que nos perdiésemos alguna zona bonita.




De ahí, de nuevo por autopista, hacia Luzerna. En el horizonte ya se ven las nubes que van hacia el oeste y nos cae alguna gotilla. Sin embargo conseguimos ver Luzerna con sol y buen tiempo. Una ciudad bonita de ver. Os dejo alguna foto:





Mientras paseamos por Luzerna ya vamos pensando que ir hasta el Stelvio por lo mítico en el mundo motero de éste, arriesgándonos a pillarnos una mojadura increíble o a que entre la niebla y no se vea nada, es una soberana idiotez. A mi no me hace falta una foto del Stelvio para sentirme realizado y, los dos estamos de acuerdo en que las 48 tornantes no son nada especial, pues hemos hecho más que esas cualquiera de los días que hemos cogido la moto. La altura del Stelvio tampoco es superior a la del Iseran. Y las vistas desde lo alto, ni por descuido, tendrán nada que envidiar a las ya vistas en otros puertos. Nada, decidimos que bajaremos a los alpes franceses a ver si dan mejor tiempo por ahí para el día siguiente y hacer algún puerto de los que hicimos y, quizás, alguno de los que dejamos sin hacer. La Madeleine por ejemplo.

Cogemos de nuevo la autopista a Berna y de ahí hasta Martigny, donde a través del Col de La Forclaz y Les Montes, puertos no muy reseñables, salvo el principio de la subida de la Forclaz que es de vértigo y para darle gas; puesto que el resto del trayecto, la carretera está parcheada y rota.



En Chamonix, nada más dejar las motos y ponernos a buscar hotel (nos querían soplar 90 euros hasta que encontramos un B&B por 56), nos cae la madre de las chaparradas. Llegamos calados al hotel, pero al menos no nos ha pillado conduciendo. La foto del majestuoso Mont Blanc desde Chamonix tiene que ser preciosa, pero la niebla está metida y no se ve un carajo. Y para mañana la previsión no es mejor.

Menos mal que aparcando las motos detrás del B&B, junto a un parking, nos encontramos a una pareja de moteros mayores, con una GS 650, que nos preguntan con un fuerte acento catalán, por el viaje. Hablando con él y diciendole de los Alpes, de las rutas, de los foros... Resulta que se nos presenta como “Stelvio” del foro de BMW. ¡¡El mítico Stelvio!! Pero si casi todas las rutas y crónicas que hay por ahí son las suyas... Genial, el tio se enrolla y nos da una rutita que nos dice que es preciosa para salir hasta Avignon al día siguiente, pues el tiempo que auguran por esa zona de Francia no es malo hasta la noche.


6 de Agosto (Chamonix – Avignon)


Nos vestimos, desayunamos ya que está incluido y el horario de desayunos nos pilla bien, cogemos las motos y... “ostía!!! pedazo de monte”. Parate y le sacamos unas fotos que el Mont Blanc nos ha brindado 10 minutos de gloria para que podamos admirarlo justo cuando partimos de nuevo en ruta.


Salimos por nacionales y autopista hasta Grenoble, donde nos desviamos, como nos indicó Stelvio, por la D531 hacia Villard-de-Lans, pasamos el Col de Rousset que es preciosa la carretera y el paisaje, hasta Die. De ahí, por la D93, dirección Gap, hasta poco antes de Luc-en-Diois, donde cogemos una comarcal hacia Remuzat, precioso. Un sitio donde paramos a comer que invitaba al baño:






Y un video de una de esas carreterillas hecho a una mano:







Hacia Nyons y de ahí, dirección Malaucene, que todavía, antes de acabar el día tenemos que hacer el Mont Ventoux. Porque ¿qué es un día sin grandes puertos en este viaje? Stelvio se lo ha currado. Eso sí, ¿sabíais que se llama ont Ventoux por los tifones que soplan subiendo? Yo lo descubrí subiendo a cañon en una curva de derechas que se habría en un claro con vistas a los dos bordes del monte, bastante tumbado, cuando “algo” cogio la moto en el aire y la volvió a posar metro y medio mas a la izquierda, con una trazada diferente, un coche de frente y los güevos colgandome de corbata. Menos mal que me repongo rápido de los sustos, porque sino aparco la moto y llamo a la grua. La subida es para darle gas y poner la rodilla en el suelo todo el rato (yo con la cordura de la rodilla pasé tres cuartos), pero cuidadito que si abajo sopla viento arriba cuando vas encendido soplan tifones.

El puerto, tanto en la subida, como en la bajada, como estando arriba, tiene unas vistas a la lejanía que son muy bonitas y curiosas. Merece la pena subirlo, sin duda, tanto por unn lado como por el otro.

De Malaucene, por el Mont Ventoux a Carpentras. Y de ahí a Avignon. No hemos llegado cuando, tras estar todo el día esquibando nubes las vemos llegar de frente... “Todavía nos cae la del pulpo a escasos kms, ya verás”.



Pero no, hemos llegado a casa de Ramata, hemos esquivado la lluvia y, además, Ramata nos enseña las murallas y el centro de Avignon, que a mi me parece precioso. Cenamos con ella y una amiga preciosa de las Martinicas unas tostadas en una bar típico del centro, y tras un par de cervezas nos vamos a su casa a dormir que los cuerpos ya no están para más trotes.





7 de Agosto (Avignon – Soldeu)

Las 4 de la mañana, nos despertamos sobresaltados, pero nadie se mueve de su cama, tan solo Ramata a cerrar las contraventanas. Hay una tormenta eléctrica, unos truenos y un trombón de agua que impresiona. Pasa un coche por debajo y suena como si se hubiese caído de lleno en una piscina olímpica: “ostia, hoy hemos librado y, la previsión de mañana de meteofrance decía que mañana bajando para el sur librábamos, pero me da a mi que con esta lluvia nos quedamos aquí un día más”.


Amanece despejado, alguna nubecilla, pero nada que asuste y, para mi asombro, la calle se ha secado! Genial. Desayunamos con Ramata, nos despedimos y salimos rumbo a Carcassonne que dicen que es precioso y yo nunca he estado y luego hacia pirineos, que ya veremos por donde le entramos porque seguiremos tratando de esquivar el agua.



La muralla de Carcassonne es preciosa y el interior no esta mal, pero es demasiado turístico para mi, me agobian las muchedumbres y tras un breve paseo, comemos a las puertas un bocata y salimos por nacionales hacia Limoux y de ahí a Quillán. Mano propone que entremos por Andorra que tiene un puertillo gracioso si no has estado, y para ello, en Quillán, nos desviamos por la D613 hacia Ax-des-Thermes. La carretera es una pasada de divertida y el puerto de Andorra, si pasas de la gente que va de dominguero, también. Gasss! Ostia, ostia, ostia, frena la burra que aquí no es que vayan de dominguero sino que no se mueven! Madre mía que cruz para pasar la frontera.

La idea es pasar andorra e ir a dormir a España, porque seguramente será más barato, pero cuando llegamos a Encamp, Mano se acuerda: “vino hace unos años, un tío de un hotel de Andorra, a nuestro grupo de montaña y había por aquí, en Soldeu, un hotel que por 30 y pocos pavos cada que dormimos y tenemos jacuzzi”. Coño, jacuzzi, media pensión, una habitación con cocina y salita, por 68 euros, para los dos. Perfecto!


Gentes, apuntad: para las transpirenaicas de verano, las estaciones de Ski y resorts, están, por lo general de temporada baja y habitaciones que cuestan en invierno un potosí, se pueden encontrar baratas.


8 de Agosto (Soldeu – Sallent de Gállego)

Buen día amanece, desayunamos sin prisa que ya estamos en pirineos y avancemos más o menos no estamos lejos ni con prisa ninguna. Vamos a ver si se nos da bien el tiempo y podemos hacer una transpirenaica como broche final de vacaciones.


Primero paramos en Andorra la Bella, a mirar algunas tiendas de motos, Mano quería comprarse alguna cosa. Finalmente acabo yo comprando unos guantes y un soto casco y el no ha encontrado la mita de las cosas que quería. Miro también cascos que enseguida me toca comprar uno para darle descanso al que tengo. Schubert C3 me ha entrado por el ojo, me sienta genial (talla M, acuérdate Koldo que lo compras sino pequeño fijo...), y están a 375 euros aquí hasta final de mes.

Bueno, a las 11:30 acabamos las compras, habrá que ir hacia Viella por el puerto de la Bonaigua. La carretera hasta Sort y luego el puerto de la Bonaigua son geniales, el asfalto es bueno y tiene un bonito paisaje pirenaico. En Viella veremos si el tiempo está para ir por Francia que los puertos son una pasada y ya los conocemos.

Nubes. Tiramos por el túnel hacia el Pont de Suert, donde nos desviamos por la N260 hacia Ainsa, para tratar de volver por el túnel de Bielsa a las francias, a hacer los míticos puertos. La carretera esa es preciosa, bonitos paisajes y coronamos los colls del Cantó, l´Espina y el Fadas. Precioso. La subida desde Ainsa hasta el túnel la verdad es que también merece la pena, aunque luego pasar el túnel sea la madre de los royos. Al otro lado niebla: “¿nos arriesgamos?”, “Ya que estamos aquí”...

Estamos en Arreau, Col d´Aspin y Col de Tourmalet ¡Ouvert! Compañer@s penitentes, gentes que corrimos el TT de Francia al ver que el Tourmalet estaba cerrado, estas dos subidas a fuego os las dedico. Son espeluznantes de lo intensas que son y lo preciosas que resultan.


Aspin, va por el foro:



Tourmalet: Diegako, esta va por ti, que se te quedó una carita cuando lo vimos cerrado en “Penitentes”... y por el compa asturiano, Eltrón, el primero con quien subí este puerto y dios, como subimos... Eltron, esta vez más rápido, fue por tí, que nos faltabas!




Ahí en medio siempre nos faltará algún compeñero.
Bajamos tranquilamente, muy tranquilamente. Son las 19:30 de la tarde y Mano antes de Pierrefite-Nestalas se para: “No tengo las gafas y no veo”, “Coño, pues póntelas”, “no, que me las he dejado en el Tourmalet”... hay que joderse, pero puestos a perder cosas mejor en un sitio con glamour. Me dice que tire solo hasta Sallent de Gallego a buscar un hotel que se vuelve al Tourmalet a buscarlas y que yo vaya por el Aubisque a disfrutarlo, que el adelantará yendo por Lourdes.

“La madre de las vaciladas te esperan cuando llegues a Sallent por no hacer el Soulor y el Aubisque, jejeje...”. Subo encendido el Soulor, pues luego hasta el Aubisque, es precioso para hacerlo tranquilo viendo el paisaje, de hecho me paré varias veces a sacar fotos.





Luego el Pourtalet, 21 minutos de puro e intenso espectáculo curvístico de preciosos paisajes, pero eran las 20:40 y aun estaba en el cruce del descenso del Aubisque hacia el Pourtalet. Gasss! 21:01, arriba del Pourtalet y bajo encendido para Sallent a buscar el hostal de la otra vez. 52 euros la noche, 20 euros la cena a base de raciones que pido calculando que Mano tiene que estar al caer y que la cocina la cierran en 15 minutos.

Todo a pedir de boca, Mano llega justo cuando están sacando las raciones. ¡¡¡Pero que cabrón!!! cómo me conoce ya, se ha metido el Soulor y Aubisque para no escucharme y me lo dice tal cual. JAJAJAJAJAJA!!!! cenamos miramos la ruta del día siguiente, parece que seguiremos la Route des Cols hacia Hendaya. A la cama que son las 23:30 y no sé el tiempo que llevamos en moto y, eso que es el penultimo día!


9 de Agosto (Sallent de Gállego – Bilbao)

Volvemos a subir al Pourtalet, cagon Dios! Otra vez niebla. “¿Nos arriesgamos?” “¡Quien dijo miedo!”... para las francias.


Subimos el Marie L´Blanc y el Col d´Ichere. El primero esta bien, sin nada interesante o curiosidad que remarcar. Pero el segundo no damos a basto entre tanta vaca, boñigas, coches y ciclistas para ver nada ni para poder disfrutarlo. Se ve que aquí los puertos son más bajos y son caminos interpueblos ganaderos... Vamos a dejar esta zona.

Y como es bien sabido por todos que “a todo motero le llega su San Martín”, pues eso, Mano según salimos de l´Ichere y viene marcado la Piedra de San Martín me dice: “sigue el cartel que la carretera es preciosa y te la vasa gozar, me esperas arriba”.

“Killo!!! pero ezto que éh?” Bebeto esto es Altube por lo viejo pero a saco y con paisaje!!!! No dejes de venir aquí! Gas, gas, gas!!!! eso sí, con un dedo en el freno delantero y otros dos en el embrague. Que su madre, cada dos por tres dejas de ver la carretera, curvas, curvitas, curvones, con visibilidad, sin ellas, ciegas, con paisaje, entre paredes... para gordos, para flacos, para gente con pasta, para pobres. “¿Te ha gustado?”, “Ostia, ¿conoces más? ¡¡Me ha encantado!!”



Bajamos a Isaba y ahí nos comemos un par de pintxos y un café, esa será la comida de hoy aunque son las 11 de la mañana.

Seguimos camino de Iruña para volver ya a casa pero, todavía el día me deparaba más sorpresas, en un desvío mano se para: “Por aquí es un poco más largo pero es un puertillo que te va a gustar también”, “Dale”. Tres minutos tardo en adelantarlo. Nada más ver el firme y diciéndome que me va a gustar... tiro como un misil por el puerto de Burgui (otra carretera que dejo para siguientes rutas) hasta Navasques, donde le espero y seguimos por Lumbier hasta Iruña. Allí nos despedimos y sigo por autopista hasta Altube. Como lo sabéis, tiro por lo viejo, Altube no pierde su esplendor. Eso sí, todavía me parece más sencillo de lo que me parecía. Son muchos días en moto por carreteras que no conoces y que tienes que intuir. Llegas a una que conoces de pe a pa y, nada, ni 10 minutos y ya estoy en el peaje de después de Orozko.

Una duchita que te lo has ganado y a casa.


Y a la tarde me voy para el pueblo a ayudar a mi padre en la viña y a visitar al Aitite que quedan fuerzas. ;) y para dormir tendré tiempo cuando muera.

Finalmente, un viaje sin ruta previa se ha convertido en lo que habéis leído: 4300 kms y 80 horas de conducción en 9 días llena de paisajes y jugar al escondite con la lluvia. El año que viene inventaremos alguna cosa más jarta.

1 comentario:

  1. Bonita crónica, si es que tiene un pico de oro que es un placer leerlo.

    Por cierto, ese compi de viajes es una joya, te busca sitios para dormir, te aconseja puertos molones y además ta aguanta los ronquidos. No lo pierdas :-).

    ResponderEliminar