Euskal Herriko Itzulia / Vuelta al País Vasco en Moto

Repasando hará un mes o así el blog me encontré con un mapa que hice hace unos 5 años que consistía en dar una vuelta por los límites de Euskal Herria.

Así que ahora que he comprado una moto que quiero que me acompañe a recorrer el mundo y con la que aun tengo que aprender muchas cosas, entre ellas, usar bien un GPS que hasta ahora, no había tenido; he decidido retomar esta idea y provechar los 4 días y medio festivos que he tenido con el puente de San José, para hacer esta ruta y documentarla con algunas fotografías.

El mapa final que he preparado para usar con el GPS ha distado un poco de lo que originalmente hice hace 5 años.  Quedando de la siguiente manera: 1000 kms que reparto en 4 etapas.


Salí el miércoles a la tarde para hacer la primera parte.



Primera Etapa: Bilbao - Briones (266 kms y 5 horas de Ruta):

Ir hacia Karrantza por Mimetiz a las 17:00 en marzo es bastante mala idea, porque el sol lo tienes de frente y muy bajo, lo que dificulta enormemente una carretera preciosa por la cantidad de curvas que tiene y en varios puntos, el estado del asfalto.

Es una preciosa carretera en el límite con la provincia Cántabra, en la que dejamos a la derecha el enclave de Villverde de Truzios que, desde el siglo XV (si no me equivoco) pertenece a la comunidad Cántabra, cedido por el señor feudal que lo poseía en ese momento, y quedando rodeado por tierras vascas.

La subida del puerto que lleva a Lanestosa se me antoja un poco infierno, pues ya me empieza a doler la cabeza.
Valle de Karrantza
 El paisaje es muy cambiante. Tras subir desde Lanestosa, por el puerto de los Tornos, hasta Bercedo, me encuentro ante una muralla de piedra que me separa de la meseta, la iré dejando a la derecha hasta llegar a Orduña. Donde tocará subir sus tornantes.
Pasando por el valle de Mena, a la derecha la muralla de piedra.

Respecto a lo que se ve en el mapa, yo opté por saltarme el tramo de pista, que lo he hecho muchas veces y sé que incluso con las ruedas de carretera podría subir, pero arriesgarme a pinchar y arruinar la ruta de cuatro días no me parece una opción. Ya que no es tan fácil encontrar otros 4 días de seguidos de fiesta. Por lo que sigo hasta Orduña, única ciudad de laprovincia de Bizkaia, desde Artzeniega y subo por la carretera hasta Berberana, donde giro ala derecha, hacia Villalva de Losa. No, no es el camino más lógico si mi objetivo sería llegar a destino. Pero yo estoy recorriendo los límites de Euskal Herria, en la medida de lo posible, y por carretera.

Pasado San Pantaleón de Losa, donde ya es prácticamente de noche, yo giro a la derecha. Pero, otra opción más interesante si buscas curvas muy chulas en un bonito paisaje, es continuar recto hasta Trespaderne, donde girarás a la derecha para ir por la polémica central Nuclear de Garoña. En esa carretera hay muy buenas curvas a orillas del Ebro.

Dejando Espejo atrás, sigo carretera hacia Miranda de Ebro, donde no llegaré porque poco antes me desviaré hacia Rivabellosa, evitando entrar en Miranda. De ahí enlazaré, más adelante, con la N1 durante unos pocos kilómetros para seguidamente coger la N124 hacia La Rioja. Dejando, justo detrás el disputado Condado de Treviño. Cuya capital, la Villa de Treviño, fue fundado por Sancho VI de Navarra entre el 1151 y el 1161 y fue conquistada, posteriormente, por Alfonso VIII de Castilla. Quedando, así a posteriori, vinculada a la provincia de Burgos, pese a estar rodeada por tierras vascas y fundada en tierras Autrigonas por un Rey Navarro. Que de vueltas da la historia.

La ruta gira en Briñas, en el portal de la Rioja, a la derecha, hacia la Bastida. Sin embargo, dado que es ya tarde y necesito un lugar donde dormir, me desvío de lo inicialmente planeado para ir hasta el pueblo de mis abuelos: Briones. Antigua ciudad bastión de la tribu pre-Romana de Los Berones, vecinos de Autrigones, Caristios, Bárdulos y Vascones y que, aun hoy en día, sigue cuidando, desde la otra orilla del Ebro, el territorio que hoy en día llamamos La Rioja, encontrando en ese río el límite y frontera natural de las dos regiones limítrofas: La Rioja y el, ahora llamado, País Vasco.

Sin embargo, hoy en día, poblaciones como Miranda de Ebro, Briñas y San Vicente de la Sonsierra, así como parte de Logroño, quedan a la parte norte del Ebro por diferentes motivos históricos, rompiendo así la barrera natural que el majestuoso Río Ebro ofrecía.


Segunda Etapa:  Briones - Liédena (296 kms y 6 horas):

Esta etapa podría ser conocida como la planicie del infierno. En efecto, hemos entrado en la meseta castellana de alguna manera y parece que las curvas han quedado atrás.

Hoy empezamos entre la Sierra de Codes y la Sierra de la Demanda, en el territorio conocido como la Rioja, antigua tierra Berona. Yo voy por la parte norte del río Ebro, por Álava, la cual, aun hoy en día, pertenece al País Vasco. En la orilla sur está la Rioja. Ambas orillas son visitadas por el mismo motivo, el excelente vino que se produce en esta planicie. Parece que el clima es idóneo para este menester. Sin embargo, la planicie no favorece la diversión para la moto... Habrá que conformarse con el paisaje, precioso con sus viñedos, lleno de colinitas, parcelarias para hacer trail, y bodegas por doquier.



Así llegamos hasta Navarra, donde entramos por el suroeste de la comunidad. Paro en Azagra, no por lo bonito del pueblo, sino porque mi estómago ruge cual león hambriento; todavía no he desayunado. En el bar que hay en la calle principal, nada más entrar, me saluda un hombre que mira la moto: "La moto de mis sueños dice". Parece ser que Manolo, así se llama, había tenido una XT 350 hacia algún tiempo pero siempre había querido tener una transalp. Ahora, parece que ya no podrá tenerla, la mira con añoranza.

Con la tripa llena, las rectas se hacen menos largas. Pero, pese a que además de viñedos se van viendo otro tipo de plantaciones, todo es monótono. Al menos, hasta coger la carretera a Cascante y encontrarme con un montón de almendros en flor.

Las pistas me llaman.... pero tengo que ser fuerte y mantenerme en lo negro. Hoy hemos venido a otra cosa...


Precioso, sin embargo, por la lluvia no paro en los sitios más bonitos. Suele pasar. Ni en los momentos más divertidos o bonitos, ni en los más jodidos se tiene tiempo para sacar la cámara normalmente.
Todavía no tengo controlada la autonomía de la moto y casi me quedo sin gasolina. Marca reserva, menos mal que el GPS tiene opción de "buscar gasolinera más próxima", salgo un poco de ruta, pero a 5 kilómetros tengo una gasolinera en Sádaba.

El día no acompaña demasiado, mientras bordeo esta tierras que fueron conquistadas, por Romanos, Aragoneses y Árabes muchos siglos atrás. Tierra de origen Vascón, perteneciente, posteriormente al Reino de Navarra y que, tantas veces, estuvieron en disputa con los reinos vecinos. Los castillos, tantos los que se tienen en pie, como de los que solamente encontramos ruinas, fueron tanto de unas como otra coronas. Así llegamos, tras pasar Carcastillo, Uncastillo y Sádaba, entre otras poblaciones, al Castillo de Javier, que fue usurpado por Sancho VII a la corona de Aragón como pago de un préstamo no devuelto.


Y así llego a Yesa, donde me separo de mi ruta 5 kilómetros, pues hoy me toca conocer a unos nuevos couchsurfers del pueblo de Liedena (Nafarroa) que me darán cobijo.

Es la primera vez que alojan a alguien en su casa. Txema y Jessica son una pareja viajera que, junto con su cuñada y su perro, viven en una preciosa casita en Liedena. Con ellos cómo nada más llegar, ¡un buen chuletón con patatas y arroz al estilo venezolano para recuperar fuerzas! ¡Muchas gracias chicos por darme cobijo y tan buen trato! espero veros pronto.

Después, charlamos sobre viajes y me llevan hasta la Foz de Lumbier que, todavía, yo no conocía. Y así nos llega la hora de acostarnos... mañana nos queda un día duro con este mal tiempo los Pirineos ahí delante con muy bajas temperaturas y nieve.


Tercera Etapa: Liedena - Donostia  (San Sebastian) (275 kms y 6´5 horas):

Hoy no merece la pena madrugar. Toca cruzar los pirineos y no es cuestión de encontrar hielo arriba. Salgo a las 10:00 con intención de hacer las espectaculares y divertidas curvas del pantano de Yesa. Pero, la niebla lo inunda todo. Hacerlas las hago, pero no como me hubiese gustado.


Reposto justo después del pantano, antes de coger la carretera hacia Isaba. No estaba seguro si habría gasolineras arriba antes de pasar a Francia. Sí que había una, 4 kilómetros antes de Isaba. Y, al de nada, justo cuando paso el puente de la autopista que están construyendo sobre la carretera hacia Sigües, sale este hermoso sol que me acompañará casi hasta arriba del puerto de Belagua.


Dejo la Mesa de los Tres Reyes (Hiru herregeen maila - 2428m) a la derecha donde, como su nombre bien indica, limitaron los reinos de Aragón, Navarra y Francia.



Eso sí, es la ultima vez que veo el sol y, prácticamente el cielo, en lo que resta del día... Menos mal que me paré a sacar algunas fotos antes, porque el día dará para poco más. Al menos, hasta llegar casi a Baiona (Bayonne - Francia).

Empieza a verse algo, porque hasta ahora, la niebla era tan densa que cada kilómetro parecía interminable. Una indudable pena, porque el paisaje aquí debería ser precioso.

Paso por pueblitos donde pueden apreciarse los típicos frontones de una sola pared, muy normales en Iparralde, parte francesa de Euskal Herria, pero muy poco vistos en la parte sur. Sus preciosas casas blancas con ventanales de colores, y las iglesias picudas.

Sin embargo, es este pueblo en el que veo una torre al borde de un río en el que decido pararme a sacar unas fotos antes de seguir sin parar hasta la costa.




De ahí ya no pararé hasta que vea el mar, así lo he decidido, a ver si allí brilla algo el sol. Vana esperanza albergo, pero bueno...

Las carreteras están bien aunque mojadas y mis neumáticos del 2008, un pelín caducados, no me dan ninguna confianza.

Así llego a la costa Cantábrica, pasado Bayonne, me salgo de la autovía, donde me he metido por no entrar por el centro de esa ciudad, en cuanto veo un peaje. A la salida había otro, así que de pagar no me libra nadie, lo jodido es que el peaje no reconoce la moto, y se traga mi 1,5 euros, cuando el peaje solo costaba 1,2. Y, para colmo, el gabacho se me pone a decirme que la culpa es mía... carajo, que empleen a gente e inviertan menos en putas maquinas que, no hacen más que joder empleos en el sector servicios y, además, no mejora el servicio en sí.

Por fin estoy en el mar, pero ni rastro del amigo Lorenzo. Había quedado para que me abrazará aquí con sus cálidos rayos, pero el cabrón debe estar en Honolulú.... porque aquí solo vemos lluvia desde hace más de 15 días.

Sigo sin parar hasta Hondarribia donde, a las tres y media, me parece que empieza a ser una buena hora para parar a comer. Un marmitako de pulpo y bacalao con tomate, que para eso estamos en la costa. Y, luego, a dar un paseo por el pueblo que limita, dividido por el río Bidasoa, la parte francesa del Pais Vasco con la parte Española.





Y de ahí ya a Donostia, donde me quedaré una vez más, para darle otra oportunidad a esta ciudad. La ciudad más aburrida en la que yo he estado, o de las más aburridas. Menos mal que siempre me junto con muy buena gente, porque si dependiésemos de la oferta cultural y lúdica de la capital cultural europea del 2016.... íbamos a ir arreglados.

Donostia, por donde volvió Napoleón con el rabo entre las piernas hacia Francia, y los Donostiarras nos lo siguen recordando cada año golpeando tambores cuando no están comiendo helados y viendo fuegos artificiales. Una ciudad de entretenimiento infinito vamos... Como siempre digo, menos mla que hay alguna buena gente...  jajajajaja.


Cuarta Etapa: Donostia - Bilbao (189 kms y 4 horas):

Un día de descanso. Peleas a navajazos entre gallos con visera tapanucas en un concierto, cine en Versión Original Subtitulada (por fin algo interesante que no he visto en Bilbao) y un par de cervezas con una amiga de Osane (la couchsurfer y amiga con la que me quedo estos días en Donostia) en un tugurio lleno de "gente diversa", más conocidos como atajo de frikis. Echamos unas risas, pero hoy toca coger la moto con un poco de clavo a las 10:00, para hacer la costa gipuzkoana y la bizkaina, para acabar esta vuelta a Euskal Herria.

El día amanece nublado. Esto va a ser una vuelta al País Vasco, tal y como merece el lugar, con su típico sirimiri incesante, frío en el monte, frío en el sur y humedad por donde quiera que pasas.

Sin embargo, lo bueno de estos días es que, con el tiempo así, nadie sale a ningún sitio y no hay apenas tráfico. Toda la carretera para mi o casi. Voy disfrutando de la costa, desde Zarautz hasta poco más allá de Zumaia, donde, en un restaurante de carretera paro a desayunar. Al final, andar en moto es para disfrutar no? Pues comer es parte importante de ese placer.

Después de desayunar, incluso parece que tengo más ganas de parar, quitarme los guantes y sacar alguna foto.

La marea está baja y, eso, nos da pie a ver hermosos paisajes de costa.


Esta carretera, lo único que tiene es que tiene tramos jodidos, entre que son muy estrechas, a ratos mal pavimento, en el suelo, siempre mojado, hoja de pino que le da un morbo interesante a la travesía. Vas pensando, ¿me caeré o conseguiré librar por algún extraño casual? Sin embargo, las playas, los pueblos y los escarpados acantilados y montes que acaban en el mismo mar, merecen pasar por semejante carretera.

Así llegamos a la costa Bizkaina, Ondarroa, Lekeitio, Ea... y llegamos a la playa de Laga primero:



Y a la de Laida, con Mundaka y su famosa ola de fondo, después...

Y así, seguimos, tras cruzar la ria de Gernika, por Mundaka hasta Bermeo y su famoso puerto pesquero, donde balleneros primero, hace ya centenares de años, atuneros y barcos de bajura después, amarran y traen a puerto los excelentes pescados que, desde su lonja, serán vendidos y repartidos por todos los lugares de la península Ibérica.


Esta costa nos deja historia viva amarrada en sus puertos hoy en día, y historia lejana que, tan solo podemos ver, hoy en día, en las famosas regatas que se celebran en el cantábrico, en aquellas barcazas a remo, tiradas por fuertes brazos a batel, que remaron en una época para ser quienes primero arponearan a una ballena, para lograr su trofeo. Y, hoy, mucho más humildes, se conforman con una bandera, que ni se come ni se vende... 

y así llegamos hasta San Juan de Gaztelugatxe, donde todos esos barcos, a remo, vela o motor, trajeron una botella de champán para emborrachar al santo y, los más beatos, le ofrecieron una homilía, para que guiara sus timones sin temor y a buen recaudo, en el difícil camino por volver a puerto. Volver a casa.

De ahí, por Armintza, puerto de costa muy conocido entre los moteros de la zona y más conocido como el circuito de Armintza, me vuelvo tranquilamente, dejando otro féretro de la historia vasca a la derecha. El armazón de la central nuclear de Lemoiz que, con una brutal presión social, se consiguió parar. Uno de los últimos vestigios de cuando en Euskadi hubo lucha social y obrera y, los gobiernos, de intereses siempre partidistas, sucumbieron al clamor ciudadano.

De ahí llego a Gorliz. Un pequeño pueblo, donde no hay nada más que... mi abuelo. Sí, seguro que conocíais el pueblo por su playa o su faro. Muy bonitos ambos, pero mi única parada aquí será para una obligada visita a mi ya muy anciano abuelo. Lo dejo comiendo en casa de mi tía un rato después para volver, ya por fin, al calor de Bilbao, la ilustre y lustrosa villa bizkaina.



3 comentarios:

  1. Hola, acabo de descubrir tu blog y me encanta, sobre todo por la manera tan cercana de contar tus rutas. También tengo una transalp, la más fiable precisamente por su robustez y sencillez. He recorrido en coche el País Vasco y la Sierra de la Demanda, ahora me toca en moto. Gracias por tu estupendo blog. V´ssssssssssssssss

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    1. Muchas gracias Antonio, con una critica tan positiva... dan ganas de seguir escribiendo. ;)

      El blog este ahora lo tengo un poco abandonado, pero por razones de fuerza mayor, estoy dandome una vuelta al mundo y comparto cronicas y videos en la web http://nuestramotonuestromundo.org y en youtube http://youtube.com/KoldoBurgoa

      Y ahi como verás la transalp es fiable hasta la saciedad en cualquier rincón del mundo... :P

      Un Saludo Y gracias a ti por leerlo y seguirlo!

      PD: y si te gusta el contenido, comparte y da likes... ;)

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  2. Hola Koldo
    Buscando por la red, me encontre con esta entrada de tu blog y me pareció una buena idea para hacer una ruta de varios dias. Salimos un compañero y yo el 31 de mayo y la hicimos tranquilamente en cuatro días.
    Por el camino todos los días tuvimos alguna tormenta y el último dia modificamos un poco tu recorrido y en lugar de pasar por Isaba y la Piedra de San Martin, pasamos por Balkarlos, Donibane Garazi y de alli a Baiona para llegar a Casa.
    Te agradezco la idea.
    Un saludo

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