Distancia total: 48kms off-road.
Dificultad: Moderado con tramos difíciles en mojado para trails.
El domingo pasado me tocó pistear con gente nueva del foro de Euskadi Enduro por la zona de Gernika. Allí conocí a Mikel, Xabier e Iñaki. Muy buena gente.
Mikel nos había preparado una ruta "sencilla", para que Xabier recuperase el contacto con el monte después de 7 años separado de la moto de enduro y para mí que, ni soy experto, ni llevo una moto especialmente ligera.
Para sus motos era bastante fácil, para la mía, por los neumáticos que lleva y el peso que tiene, había tramos que me tocó besar barro y levantar la moto, o salir de algunos fregados muy interesantes. Y así es como se aprende. Incluso, tanto Mikel como Xabier admitieron que había salido muy bien de algunos sitios; como en el paso angosto que al ver la moto BARADA LITERALMENTE, sobre los reposapies sin que hiciese contacto ni con una ni con la otra rueda, me tocó tirar de ella y buscar un pasó alternativo, más complicado que el paso original, pero única opción para una moto de altura libre al suelo "baja". O, la cuesta en un camino lleno de barro en la que la moto, por embotamiento de las ruedas me escupió contra el monte, y como salí a base de buen tacto de gas, pericia y un "por mis huevos"...
Fue una ruta muy interesante que, como se puede apreciar en el mapa, llevó la moto al extremo. Al extremo en el que nos tuvimos que dar la vuelta porque aquella subida llegó a un punto que fue demasiado para mi moto. Me habían dejado delante en ese momento con la misión sencilla de "vamos hasta donde tú puedas subir" y, cuando la moto se quedó mal cruzada después de muchos botes y latigazos de la rueda trasera, tocó dar la vuelta.
Ahí ya, nos tocó parar un rato, descansar, comentar la jugada y preparar el descenso, que ya iba siendo hora del hamaiketako. Bueno, realmente era hora de comer, pero nosotros bajamos a Munitibar a tomar algo y comer un pintxo de jamón que nos invitó Mikel. Eskerrik asko, por cierto. Y con un gran sabor de boca y sin haber doblado demasiado la moto esta vez, me tocó salir zumbando a casa porque todavía nos faltaba otra prueba de fuego: Una comida Polaca con amigos en casa... Hay si que consiguieron tumbarme...
Dificultad: Moderado con tramos difíciles en mojado para trails.
El domingo pasado me tocó pistear con gente nueva del foro de Euskadi Enduro por la zona de Gernika. Allí conocí a Mikel, Xabier e Iñaki. Muy buena gente.
Mikel nos había preparado una ruta "sencilla", para que Xabier recuperase el contacto con el monte después de 7 años separado de la moto de enduro y para mí que, ni soy experto, ni llevo una moto especialmente ligera.
Para sus motos era bastante fácil, para la mía, por los neumáticos que lleva y el peso que tiene, había tramos que me tocó besar barro y levantar la moto, o salir de algunos fregados muy interesantes. Y así es como se aprende. Incluso, tanto Mikel como Xabier admitieron que había salido muy bien de algunos sitios; como en el paso angosto que al ver la moto BARADA LITERALMENTE, sobre los reposapies sin que hiciese contacto ni con una ni con la otra rueda, me tocó tirar de ella y buscar un pasó alternativo, más complicado que el paso original, pero única opción para una moto de altura libre al suelo "baja". O, la cuesta en un camino lleno de barro en la que la moto, por embotamiento de las ruedas me escupió contra el monte, y como salí a base de buen tacto de gas, pericia y un "por mis huevos"...
Fue una ruta muy interesante que, como se puede apreciar en el mapa, llevó la moto al extremo. Al extremo en el que nos tuvimos que dar la vuelta porque aquella subida llegó a un punto que fue demasiado para mi moto. Me habían dejado delante en ese momento con la misión sencilla de "vamos hasta donde tú puedas subir" y, cuando la moto se quedó mal cruzada después de muchos botes y latigazos de la rueda trasera, tocó dar la vuelta.
Ahí ya, nos tocó parar un rato, descansar, comentar la jugada y preparar el descenso, que ya iba siendo hora del hamaiketako. Bueno, realmente era hora de comer, pero nosotros bajamos a Munitibar a tomar algo y comer un pintxo de jamón que nos invitó Mikel. Eskerrik asko, por cierto. Y con un gran sabor de boca y sin haber doblado demasiado la moto esta vez, me tocó salir zumbando a casa porque todavía nos faltaba otra prueba de fuego: Una comida Polaca con amigos en casa... Hay si que consiguieron tumbarme...
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