Chaouen - qué y dónde comer

Empezamos la vuelta al mundo por Marruecos, ese país vecino conocido por la arquitectura, mulitculturalidad propia, paisajes impresionantes y otras cosas, entre las cuales encontramos también la gran gastronomía.


 


Nuestro ferry nos lleva a Tanger, la ciudad de la cual salimos disparados – las grandes ciudades no suelen despertar ninguna emoción positiva en nosotros – y hacemos una breve parada en M´diq. También conocido como el Rincón, M´diq es un pequeño y pintoresco pueblo costero al lado de Tetouan, donde suele descansar el rey de Marruecos (por cierto coincidimos con el). Nos quedamos un par de noches en casa de una couchsurfer Nada, justo para conocerla y hacer una breve visita a la preciosa Medina blanca de Tetouan.


De allí vamos a Chaouen. ¨Tenéis que ir a Chaouen y conocer a Mohamed¨ – nos insistía mi amiga Laura, antes de irnos de viaje. Nos puso en contacto con él, Mohamed era su compañero de la universidad donde se hicieron grandes amigos, hasta tal punto que la hija mayor de él, Mariam, nació en casa de Laura. Nos convenció y con toda la razón.


Con Mohamed


Mohamed es una gran persona con el corazón que casi no le entra en el pecho. Llevaba varios años trabajando para ONGs. Hoy en día trabaja para una empresa de medio ambiente en Marrakech, mientras que su familia vive en Tetouan, donde acaban de mudarse desde Chaouen. Si todo eso fuera poco, cada segundo que no dedica a su trabajo o la familia, pasa ayudando a la gente, lo que le hace el único Marroquí estresado en el país. Estuvo con nosotros todo lo que se pudo, el resto de tiempo de tres días que estuvimos allí los dedicamos a descubrir la famosa ciudad azul y a probar la comida local, que ha resultado convertirse en esta pequeña guía gastronómica de Chefchaouen.


Siendo un turista seguramente pasaremos la mayor parte de tiempo en la Medina perdiéndonos en el laberinto de callejas entre casas pintadas de varios tonos azules. Es realmente precioso y vale la pena pasar allí horas mirando a todos los rincones de esa parte vieja que parece sacada tal cual de un cuento de hadas. Lo más lógico en este caso sería comer en la Medina.


Tenemos un abanico de opciones para elegir. Mohamed nos recomendó mucho dos restaurantes, ambas ubicadas en las callejuelas de la parte vieja, pero fáciles de encontrar: Casa Hassan y El Aladín. Solo llegamos a cenar en Casa Hassan pero deben de ser parecidos en cuanto oferta y precio.


Casa Hassan


Casa Hassan es un restaurante bastante caro, teniendo en cuenta precios locales. Está ubicado dentro de un precioso local, con un mosaico en el techo y decoración tradicional elaborada hasta el mínimo detalle. En oferta gastronómica tiene menú en cual entran dos platos y postres, todo para elegir de una lista con más o menos cinco variantes en cada plato. Cuesta 95 dirham (1€ = +/- 10 dirham). Hay que tener en cuenta que la bebida y servicio no están incluidos. En cuanto bebida nadie protesto que estuviéramos bebiendo nuestra propia agua en botella, pero por lo de servicio el precio final eran más o menos 100 dirham.


Casa Hassan - Interior


Si buscamos algo más barato pero sin salir de la zona turística, en la plaza Outa el Hammam, al lado de Kasbah encontraremos varios restaurantes que sirven platos individuales o menus. Los precios en todos son casi iguales, ya que están pegados unos a otros y encima comparten el mismo wifi (por cierto es un punto a favor). Nosotros hemos probado dos de ellos en dos días diferentes.


En el primero, La Estrella, encontraremos variedad de platos típicos marroquíes en razonables precios. Entrantes entre 10 y 15 dirham y platos principales entre 30 y 45 dirham. Las raciones tienen un tamaño satisfactorio, una persona normal y corriente queda a gusto.


El segundo día elegimos el restaurante La Paloma, ya que el wifi compartían desde allí y para nosotros es bastante importante conectarnos a menudo para poder relatar el viaje en las redes. Lo bueno de este restaurante es que, a pesar de tener platos parecido a los demás en el mismo precio, también tienen en la oferta tres menus: de 50, 70 y 90 dirham. Las raciones en el menú son un poco más pequeñas que cuando pedimos un plato de la carta, pero no nos quedaremos con hambre y tendremos la posibilidad de probar variedad de comida.


La Paloma


Eso en la Medina. No muy lejos, cerca de la plaza Mohamed V se encuentra un restaurante Buena Vista. La decoración es más parecida a estilo europeo, además cuenta con una terraza grande, un plan perfecto para pasar la tarde-noche. Tiene bastante menos platos para elegir comparado con los restaurantes de pleno centro y es un pelín más caro. Aún así la Shwarma de pollo por 25 dirham nos convenció para volver dos días seguidos.


Pero para nosotros realmente la estrella del sitio fue un pequeño café local que nos pillaba camino a casa. Y realmente no tendría porque ser ese, podría ser cualquiera. Está muy bien visitar sitios turísticos y si encima has encontrado algo barato o conseguido que no te la claven da mucha alegría, pero a nosotros no nos llena como experiencia tanto como estar en el mismo sitio que la gente local, interactuando y observando su día a día. Puede ser cualquier garito en un barrio en las afueras del centro o al lado de la carretera.


Barcelona


En el caso de Chaouen fue un bar llamado Barcelona y estaba situado al lado de un taller de neumáticos por lo cual su clientela son casi todo trabajadores de allí. Los camareros son muy amables y visiblemente contentos de recibir a la gente de fuera, la decoración modesta, el olor a hachís inconfundible y el precio (incluso si te lo han subido un poco por ser extranjero) más que razonable – desayunábamos allí los dos, dos tes y dos panes con tortilla o queso y mermelada, por 20 dirham en total.


Ejemplos de platos marroquíes:


Té con menta  Harira - sopa marroquí Kefta Berenjena al aceite de olivaTajin de pollo al limón Brochetas de carne Ensalada Marroquí  Tajin Bereber


 



Chaouen - qué y dónde comer

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