Anteriormente ya os enseñé en otros post las cosas que le habíamos ido poniendo, sobre todo de cara al viaje en moto a Cabo Norte que ha precedido a la vuelta al mundo que empezaremos en el 2016. Antes de este viaje, añadimos unos cargadores mediante micro- y mini-USB, para las cámaras y móviles, conectadas directamente a la batería, y las situamos bajo el asiento. también alzamos un poco el guardabarros delantero, para en caso de Off-Road no se embotase y me dejase tirado, y elevamos la Tija lo más que se pudo. Podéis leer más sobre estas modificaciones aquí. Además, también de cara al Off-Road, ampliamos la superficie de la pata de cabra, ya que vimos la necesidad tras la Ruta Off-Road en mojado, de Briones a Burgos.
Esta vez nos toca añadir un caballete central para facilitar el mantenimiento de la moto, engrasado de cadena sobre todo, pero también nos facilitará otras operaciones. La segunda cosa será añadir los side-boxes o maletas laterales de la moto que nos ha dejado Big Husky a mitad de precio a modo de patrocinio de la vuelta al mundo.
El caballete central nos hemos decantado por comprar el de SW-Motech, por las buenas referencias que habíamos leído de éste. Poner el caballete central no tiene ningún misterio, salvo buscar la manera de vencer la tensión del muelle para poder unir cada extremo en el lugar correspondiente. Así que os dejo una foto del trabajo terminado. La verdad es que con mi 1,65m de altura y 67kg la elevo al caballete sin problema, lo que me deja un buen gusto de boca sobre la elección hecha.
En cuanto a las maletas, si he de ser sincero, no conocía esa marca, es bastante nueva. Es un tipo que los hace artesanalmente en República Checa. Un colega mío, Larry, me habló de esas maletas, de su grosor, robustez y precio, así que decidí escribirles para comprarlas y hablarles de nuestra vuelta al mundo y, ellos, muy amablemente se ofrecieron a dejárnoslas a mitad de precio para ayudarnos. Ahora, cuando las coloquemos habrá que probar si son tan buenas como parecen. Los acabados son muy buenos desde luego.
Eso sí, tan solo les dijimos que eran para una Honda Transalp y me han debido de mandar los soportes del modelo anterior o posterior de Transalp, porque no coinciden con los agujeros. Y como en este garaje nos encantan las ñapas, decidimos no devolverlas. Así que vamos a modificarlas y hacerle unos refuerzos para que aguanten mucho más tiempo. Resulta más entretenido y, cortando y soldando siempre se aprenden cosas y, sobre todo, se agudiza el ingenio y se echa uno unas risas.
Poniendo las Maletas Laterales Big Husky:
Bueno, con las piezas cortadas y esmeriladas, pudimos presentarlas en la moto para soldarlas cuando, antes de empezar, descubrimos que aunque hagamos un buen trabajo de doblaje de barras y posterior soldadura, no vamos a poder utilizarlas si quiero llevar la parrilla trasera durante el viaje, ya que no asienta bien sobre esas piezas. El Garaje Team, compuesto por El Ingenierucho Tananita, el Chispas Larrare y el Funcionario Bebecafés Beldarin, se ponen a pensar y... en marcha:
En un principio se nos ocurre meter unos casquillos redondos para elevar la parrilla lo suficiente como para permitirnos salvar los puntos donde nos pone límite la parrilla. ¡¡¡Queda genial, somos unos cracks!!!
¡LOS COJONES! Sí que hemos salvado ese obstáculo, pero eso nos lleva a un nuevo problema, habría que modificar y rebajar parte de los laterales del asiento para que pudiese llegar a asentar sobre el anclaje de la moto que, por culpa de los casquillos queda casi 20 mm por encima de lo que debiera.
Entrar en modificaciones de asiento empieza a parecernos mucho jaleo, aunque no sería la primera vez que hacemos algo así, ya con la Honda Dominator rebajamos el asiento varios centímetros para poder ayudar a la moto en el monte. Pero, por ahora, decidimos no meternos en semejante embolado. por lo que nos centramos en hacer que la estructura case y pudiese ser utilizada, aunque fuese sin parrilla.
Para eso, las piezas que no llegan donde debieran las enderezamos por la Ley de la Palanca. "Dame una barra de hierro, un punto de apoyo, y enderezaré el mundo y cualquier barra de moto" dijo Arquímedes en la antigua Grecia, y esta gente entendía un huevo de motos.... así que hemos seguido su principio, ayudándonos de un tornillo de banco que sujetase la pieza en cuestión y un tuvo de un metro.
De este modo, ponemos cada pieza en el punto exacto donde casa con la siguiente y le damos dos puntos de soldadura con la estructura montada en la moto. Seguido, soltamos para rematar la soldadura en el tornillo de banco. El chispas hace un buen trabajo, mientras el ingeniero piensa como solucionar el problema de la barra que une ambas partes laterales del soporte por detrás del guardabarros trasero.
Tampoco esa barra va por donde debería ir. Arquímedes le susurra al oído al ingeniero... "si me das la razón te llevo esta noche de antiguas trialeras al pinar del vivero": El ingeniero sigue los pasos de tan sabia persona, uniendo con un tornillo ambas partes de la estructura ya soldada y agarrada nuevamente a la moto con unos tornillos que nos hacemos a medida para esta ocasión (a base de arco de sierra de metal), e invoca a la ley de las Cortes de Bilbao... Perdón, al Ley Universal de La Palanca. Un trabajo perfecto.
El resultado final, después de 4 horas de sesión de garaje es muy bueno, tan solo faltaría hacer los acabados a base de rotaflex con disco de pulido que no tenemos hoy aquí, soldarle unos tirantes de refuerzos si lo estimamos necesario y pintarlas de nuevo.
Al día siguiente que hemos quedado para cambiarle el Kit de transmisión, si traen la rotaflex y los discos acabaremos eso también y decidiremos sobre los refuerzos.
Pese a que nos ha quedado de puta madre soldado y podría utilizarse perfectamente sin la parrilla, creemos que va a ser mejor comprar una estructura nueva que sea para este modelo de moto. Pero nos quedamos aun así con el buen sabor de boca de haber hecho las cosas bien y de obtener un buen resultado. ;)
Esta vez nos toca añadir un caballete central para facilitar el mantenimiento de la moto, engrasado de cadena sobre todo, pero también nos facilitará otras operaciones. La segunda cosa será añadir los side-boxes o maletas laterales de la moto que nos ha dejado Big Husky a mitad de precio a modo de patrocinio de la vuelta al mundo.
El caballete central nos hemos decantado por comprar el de SW-Motech, por las buenas referencias que habíamos leído de éste. Poner el caballete central no tiene ningún misterio, salvo buscar la manera de vencer la tensión del muelle para poder unir cada extremo en el lugar correspondiente. Así que os dejo una foto del trabajo terminado. La verdad es que con mi 1,65m de altura y 67kg la elevo al caballete sin problema, lo que me deja un buen gusto de boca sobre la elección hecha.
En cuanto a las maletas, si he de ser sincero, no conocía esa marca, es bastante nueva. Es un tipo que los hace artesanalmente en República Checa. Un colega mío, Larry, me habló de esas maletas, de su grosor, robustez y precio, así que decidí escribirles para comprarlas y hablarles de nuestra vuelta al mundo y, ellos, muy amablemente se ofrecieron a dejárnoslas a mitad de precio para ayudarnos. Ahora, cuando las coloquemos habrá que probar si son tan buenas como parecen. Los acabados son muy buenos desde luego.
Eso sí, tan solo les dijimos que eran para una Honda Transalp y me han debido de mandar los soportes del modelo anterior o posterior de Transalp, porque no coinciden con los agujeros. Y como en este garaje nos encantan las ñapas, decidimos no devolverlas. Así que vamos a modificarlas y hacerle unos refuerzos para que aguanten mucho más tiempo. Resulta más entretenido y, cortando y soldando siempre se aprenden cosas y, sobre todo, se agudiza el ingenio y se echa uno unas risas.
Poniendo las Maletas Laterales Big Husky:
Bueno, con las piezas cortadas y esmeriladas, pudimos presentarlas en la moto para soldarlas cuando, antes de empezar, descubrimos que aunque hagamos un buen trabajo de doblaje de barras y posterior soldadura, no vamos a poder utilizarlas si quiero llevar la parrilla trasera durante el viaje, ya que no asienta bien sobre esas piezas. El Garaje Team, compuesto por El Ingenierucho Tananita, el Chispas Larrare y el Funcionario Bebecafés Beldarin, se ponen a pensar y... en marcha:
¡LOS COJONES! Sí que hemos salvado ese obstáculo, pero eso nos lleva a un nuevo problema, habría que modificar y rebajar parte de los laterales del asiento para que pudiese llegar a asentar sobre el anclaje de la moto que, por culpa de los casquillos queda casi 20 mm por encima de lo que debiera.
Entrar en modificaciones de asiento empieza a parecernos mucho jaleo, aunque no sería la primera vez que hacemos algo así, ya con la Honda Dominator rebajamos el asiento varios centímetros para poder ayudar a la moto en el monte. Pero, por ahora, decidimos no meternos en semejante embolado. por lo que nos centramos en hacer que la estructura case y pudiese ser utilizada, aunque fuese sin parrilla.
Para eso, las piezas que no llegan donde debieran las enderezamos por la Ley de la Palanca. "Dame una barra de hierro, un punto de apoyo, y enderezaré el mundo y cualquier barra de moto" dijo Arquímedes en la antigua Grecia, y esta gente entendía un huevo de motos.... así que hemos seguido su principio, ayudándonos de un tornillo de banco que sujetase la pieza en cuestión y un tuvo de un metro.
De este modo, ponemos cada pieza en el punto exacto donde casa con la siguiente y le damos dos puntos de soldadura con la estructura montada en la moto. Seguido, soltamos para rematar la soldadura en el tornillo de banco. El chispas hace un buen trabajo, mientras el ingeniero piensa como solucionar el problema de la barra que une ambas partes laterales del soporte por detrás del guardabarros trasero.
Tampoco esa barra va por donde debería ir. Arquímedes le susurra al oído al ingeniero... "si me das la razón te llevo esta noche de antiguas trialeras al pinar del vivero": El ingeniero sigue los pasos de tan sabia persona, uniendo con un tornillo ambas partes de la estructura ya soldada y agarrada nuevamente a la moto con unos tornillos que nos hacemos a medida para esta ocasión (a base de arco de sierra de metal), e invoca a la ley de las Cortes de Bilbao... Perdón, al Ley Universal de La Palanca. Un trabajo perfecto.
El resultado final, después de 4 horas de sesión de garaje es muy bueno, tan solo faltaría hacer los acabados a base de rotaflex con disco de pulido que no tenemos hoy aquí, soldarle unos tirantes de refuerzos si lo estimamos necesario y pintarlas de nuevo.
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